miércoles, 9 de mayo de 2018

Cualquiera tempo pasado no fue mejor



En mi viajes a lo largo y a lo ancho de este mundo he salido alguna vez de la zona en la que se gastan euros. Es un verdadero martirio para mi escasa capacidad de cálculo; pero terminas asimilando unos automatismos que te permiten salir vivo, al menos, de las transacciones más sencillas: un café, una corbata, unas cañas, el metro, una camiseta típica.

Es un trago que a veces se hace amargo. En los momentos más duros, puedes pensar "quién hubiera nacido hace mil o dos mil años". Craso error.

En el libro de la vida medieval que mencioné el otro día, se habla mucho del mercado, de compras y ventas. Había entonces a la vez en circulación al menos denarios romanos, sueldos galicanos y dirhenes moriscos, y a veces no se hacía mucho caso del valor y el cambio de cada moneda sino solo a su peso en plata (pondere pensato). Y eso por no hablar del trueque: un modio (8,75 litros) de harina se podía cambiar por una oveja.

Cualquiera tiempo pasado no fue mejor, querido Jorge Manrique.

Y en cuanto a foto, ya reconocí ayer lo mucho que ha tenido que avanzar mayo para que pusiera una imagen de la Virgen. Pues repito, para compensar. Bueno, repito y no repito, porque la foto de hoy como al de ayer es de la Virgen, pero la de ayer la hice en una exposición en Toledo y la de hoy es de la Virgen de las Angustias, Granada, Spain.

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